PREVENCIÓN:
- Mejorar los hábitos alimentarios. Limitar la ingesta de alimentos con alto contenido calórico (comidas rápidas o fritas, alimentos enlatados, galletitas, gaseosas, golosinas) y aumentar el consumo de frutas y verduras.
- Realizar actividad física periódica (150 minutos semanales).
EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:
Para establecer el diagnóstico de obesidad, se usa un indicador simple: el Índice de Masa Corporal (IMC), que es la relación entre el peso y la talla o estatura de la persona. El IMC se calcula dividiendo el peso del individuo (en kilos) por el cuadrado de su estatura (en metros). Cuando este valor es igual o superior a 30 kg/m2, se considera que la persona tiene obesidad.
Además del IMC, es importante considerar cómo se distribuye la grasa en el cuerpo. Para ello, se mide la circunferencia de la cintura, ya que la grasa depositada a este nivel se asocia con mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Se considera que es peligroso para la salud cuando la circunferencia de la cintura es mayor a 102 cm en hombres y mayor a 88 cm en mujeres; esta forma de distribución de la grasa en el cuerpo es uno de los factores que integran el síndrome metabólico.
TRATAMIENTO:
La consulta médica es fundamental para un adecuado asesoramiento y evitar las complicaciones de la obesidad (infarto de miocardio, ACV, hipertensión arterial, diabetes, infecciones en la piel, trombosis venosa profunda y colesterol alto).
El tratamiento incluye:
- Reducción de la cantidad de calorías que se consumen: si la persona se alimenta en exceso, es preciso reducir el aporte calórico para recuperar el equilibrio energético entre el aporte y el consumo de calorías. Existen distinto tipos de dietas pero siempre es necesario consultar con un médico para obtener una dieta personalizada.
- Práctica de ejercicio físico, que deberá ser constante y progresivo.
- Medicamentos: existen fármacos que actúan en diferentes procesos vinculados con la absorción de los alimentos. No deben utilizarse las llamadas “píldoras adelgazantes”, ya que pueden generar graves complicaciones hormonales y cardiovasculares.
- Apoyo psicológico: para modificar conductas y hábitos asociados a la obesidad.
- Cirugía: se indica en casos de obesidad mórbida (grado extremo de obesidad). Ejemplo: by-pass gástrico.