Si bien en una época estuvieron contraindicados los ejercicios para levantar o movilizar pesos en pacientes cardíacos o de edad avanzada, se ha demostrado que estos ejercicios de fuerza muscular cumplen una función importante para las actividades diversas de la vida diaria, colaborando en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, generan un mejor tono muscular, previenen la atrofia muscular (disminución del tamaño de los músculos con la consecuente pérdida de fuerza) y pueden favorecer el mejoramiento de la capacidad aeróbica para abastecer de oxígeno al organismo durante el ejercicio.
Estructura de una sesión de ejercicio
Para una mejor organización de las sesiones se puede seguir el siguiente esquema, dividido en tres fases:
- Entrada en calor.
- Ejercicio propiamente dicho (caminata, trote, carrera, bicicleta, baile o el deporte elegido, ejercicios de fuerza muscular).
- Vuelta a la calma (elongación).
La primera y tercera fases tienen gran importancia en la prevención de lesiones, la adaptación cardiovascular y la regeneración de las sustancias que aportan la energía al músculo que trabaja.